Que nadie menosprecie tu juventud: por el contrario, trata de ser un modelo para los que creen en la conversación, en la conducta, en el amor, en la fe, en la pureza de la vida.
Timoteo 4, 12
Con la sita recién mencionada parte su libro el joven y valioso Joshua Wong, nacido en 1996. Un activista político de Hong Kong que salto al escenario mundial el 8 de octubre de 2012 luego de la retirada de la asignatura “educación nacional” después que el Escolarismo movimiento que Wong junto a otros estudiantes fundaron un año antes para presionar al gobierno por el contenido de promoción de la autocracia y el sistema unipartidista de China. Este hecho sin precedentes en la historia de Hong Kong, un grupo de estudiantes movilizaron a miles de personas en manifestaciones pacificas que representaban un descontento con la dictadura China.
Lo sorprendente del libro es la determinación de una joven generación representada en Wong , que entiende que la paz es el camino contra la represión planteándonos un viraje hacia el campo de las ideas que tantas veces nos hace falta.
A los 14 años este activista entiende que la cárcel es un lugar donde entrara y saldrá varias veces en su vida, nos da una lección de autocontrol sobre sus ideas planteándonos que la prohibición de la libertad es solo un espacio de aprendizaje para fortalecer el camino a la democracia.
Este libro nos habla del hoy, mencionando al final como jóvenes de distintos países en los cuales menciona a Chile, a raíz de las demandas ciudadanas y las manifestaciones ocurridas el 18 de octubre del 2019, buscan instalar demandas ciudadanas. Wong entiende la globalización mucho más que muchos políticos, comprende este rebrote de modelos del mundo unipartidista por un lado y el mundo pluripartidista por otro.
Este libro es para todos los demócratas, en especial los jóvenes que les interesa la política. Para aquellos que quieren cambiar el mundo. Wong entiende los costos que debe pagar, nos entrega una clase de tolerancia y de paz desde una ciudad sin libertad donde no son ingleses y tampoco son Chinos. Los siete millones de Hong Kong desafían a los mil doscientos de China, con la fe y esperanza de decidir sobre su identidad y futuro.
Nicolás Fontaine
23 de Marzo de 2020
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