Comencé la lectura de este libro para descubrir de que está hecho un hombre que pasa su vida entera en una organización, para descubrir como era ese antes donde se partía desde abajo y si se trabajaba duro con un poco o mucha suerte se podía consigue llegar a lo más alto, es esta la historia de Iger. Disney actualmente tiene doscientos mil empleados y es una empresa global desde hace unos años, gracias a la visión de Bob como le dicen a Iger sus amigos.
Al inicio del libro nos narra las semanas previas a la inauguración del parque Shanghai Disneyland, el cual le tomo 14 años de su vida y le significo hablar con autoridades de todo el mundo, es un relato que toma un giro no programado. Mientras el mundo del espectáculo ponía sus ojos en la inauguración como signo de la globalización de Disney, en Orlando un cocodrilo se come un niño a plena luz del día en uno de sus parques. No les contaré más detalles de esa historia, vale la pena leer como Iger resuelve tanto lo laboral como emocionalmente todo lo que esto significa, si es que se puede resolver como dice él.
El autor intenta ser justo con los traspiés propios que tiene en su vida laboral. Algunos relatos como tener que despedir a un director por sus dichos en Twitter, lo ubican en el lugar que siempre quiso habitar, ser cordial y justo con cualquiera que se nos cruce en nuestro camino nos dice Iger. Los primeros años de su vida laboral y el relato agradecido a sus mentores de ABC, la cadena de televisión generalista que lo vio crecer llegando a liderar en el momento que es absorbida por Disney. Vale la pena detenerse en la solución que dio para difuminar los conflictos entre la compañía y uno de sus herederos Roy E. Disney, con quien leyó muy bien que el reconocimiento, el cariño y lo humano muchas veces solucionan problemas que están disfrazados de demandas y juicios eternos.
Es generoso el autor en contarnos el proceso de selección para poder liderar Disney, dejándonos al descubierto una negociación eterna con reuniones y entrevistas interminables para poder demostrar que después de una vida entera en la organización él podía y sabía lo que Disney necesitaba para el futuro. Curiosa desclasificación que hace de un head hunter el cual lo definió como una perdida de tiempo y dinero.
Robert iger es uno de los responsables de poner en el mapa mundial a Disney, de la adquisición de Pixar, donde nos cuenta su relación laboral y posterior amistad con Steve Jobs. También es quien lidero las negociaciones de la compra de Lucas films, nos muestra los pormenores de como se negocia con una autoridad de la ficción como es George Lucas. Además, es quien persigue la adquisición de Marvel. En los últimos capítulos nos narra su construcción de futuro de Disney y como dependía de la transformación global para su sobrevivencia.
Lo interesante de este libro fuera de los múltiples encuentros con personas tan influyentes en la industria del espectáculo y la narración del como se construye un sueño, es la personalidad de Iger y sus maratónicas jornadas laborales. Su albo despertar a las 4:15 am de la mañana todos los días, para hacer deporte para leer para planificar y pensar. Partir el día consigo lo define como el momento añorado y el único antes del vértigo de su día a día.
El autor reconoce que la decisión de escribir este libro fue larga, tal vez el gran valor que debería contarnos es como atravesó los momentos más duros, o la confusión y sequía propia de la edad adulta. Iger nos entrega un decálogo explicado de lo que el considera que debe tener un líder: optimismo, valentía, concentración, decisión, curiosidad, equidad, reflexión, sinceridad, el constante afán de perfección y la integridad. De la misma manera, al terminar el libro nos regala un apéndice con lecciones para líderes.
Bob iger entregará la dirección de Disney a finales del año 2021. Que bonito seria que tomara su decálogo y su apéndice de este libro y que nos contara el tránsito y el sustrato de su historia, que nos hablara de su infancia y del sentido de la diversión para el mundo del espectáculo. Me quedo con las ganas de conocer sus conflictos y sus soluciones; tendremos que esperar a que se apaguen los reflectantes y las cámaras para que aflore un nuevo relato. Regálese una entretención con la cual también aprenderá. Lea Lecciones de liderazgo creativo de Robert Iger Ceo de Walt Disney Company
Nicolás Fontaine
Faro De la Nueva Extremadura
7 de diciembre 2020
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