{"id":1116,"date":"2011-11-18T15:06:16","date_gmt":"2011-11-18T18:06:16","guid":{"rendered":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/site\/?p=1116"},"modified":"2018-10-12T14:32:08","modified_gmt":"2018-10-12T17:32:08","slug":"el-silencio-como-concepto-filosofico","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/el-silencio-como-concepto-filosofico\/","title":{"rendered":"El silencio como concepto filos\u00f3fico"},"content":{"rendered":"

\u201cLa palabra entonces no es necesaria, pues que el sujeto se es presente a s\u00ed mismo y a quien lo percibe. Es el silencio di\u00e1fano donde se da la pura presencia\u201d.<\/em><\/p>\n

Mar\u00eda Zambrano<\/strong><\/p>\n

En nuestra \u00e9poca, en general se sostiene, que la palabra no puede conquistar todos los territorios de la comunicaci\u00f3n y algunos de ellos son s\u00f3lo inteligibles desde el silencio. La muerte nos hace guardar silencio y la vida muchas veces tambi\u00e9n.<\/p>\n

En este punto, ahondaremos en la filosof\u00eda, para comenzar a definir el silencio, desde esta perspectiva. El aporte de esta ciencia, nos permitir\u00e1 tener una mirada de un especto de la comunicaci\u00f3n no verbal, desde este lugar, el hombre tambi\u00e9n ha construido su pensamiento, su actuar y, por ende, su comunicaci\u00f3n con los dem\u00e1s.<\/p>\n

A modo de representaci\u00f3n, citaremos a variados autores y tendencias filos\u00f3ficas actuales, para revisar sus planteamientos  sobre el silencio.<\/p>\n

La filosofa, M\u00f3nica Virasoro, se\u00f1ala que la primera imagen del silencio es  la figura de Ant\u00edgona:\u201cLa hero\u00edna del silencio, muere por callar, por salvar la honra de la casa de los Labdacos\u201d <\/em>[1]<\/a>Ant\u00edgona, resuelve su conflicto por medio del silencio. Transform\u00e1ndose, seg\u00fan la autora, en uno de los primeros personajes que sacrifica sus ideas por la honra de los otros.<\/p>\n

Esta imagen, tambi\u00e9n nos recuerda el uso del silencio en el film \u201cEl Lector\u201d<\/em>[2]<\/a>, donde la actriz brit\u00e1nica, Kate Winslet<\/a>, calla en el juicio final  para no asumir p\u00fablicamente su analfabetismo, que es traducido como ignorancia y deshonra p\u00fablica. La perplejidad de la audiencia, es palpable en los casos mencionados.<\/p>\n

As\u00ed, S\u00f3crates buscaba crear perplejidad entre sus disc\u00edpulos, al respecto, los fil\u00f3sofos Kierkegaard y Heidegger postulan: \u201cLa perplejidad es una actitud sana, ella lleva al silencio y a la espera, invita a la paciencia, es otra forma del claro\u201d<\/em>[3]<\/strong><\/em><\/a><\/p>\n

Tambi\u00e9n, Heidegger, nos \u201cInduce a callar para dejar que el ser nos hable\u201d<\/em>[4]<\/strong><\/em><\/a> Para los pitag\u00f3ricos, el silencio era se\u00f1al de discreci\u00f3n y autodominio, simbolizando, Pit\u00e1goras, la actitud silenciosa del sabio. Al respecto, Bacon nos dice:<\/p>\n

 <\/em><\/p>\n

 <\/em><\/p>\n

\u201cLos hombres conversan por medio de lenguajes, pero las palabras se forman a voluntad de la mayor\u00eda, y de la mala o inepta constituci\u00f3n de las palabras surge una portentosa obstrucci\u00f3n de la mente. Ni tampoco las definiciones y explicaciones con que los eruditos tratan de guardarse y protegerse son siempre un remedio, porque las palabras violentan la comprensi\u00f3n, arrojan a la confusi\u00f3n y conducen a la humanidad a innumerables y vanas controversias y errores\u201d [5]<\/strong><\/a><\/em><\/p>\n

Para el autor, la palabra es un canal confuso que, necesariamente, perturba y ensucia la comunicaci\u00f3n, pues estas, son un mal traductor, que violenta la comprensi\u00f3n, y est\u00e1n destinadas a la confusi\u00f3n y el  error permanentemente.<\/p>\n

A su vez, Max Scheler, representante de la fenomenolog\u00eda comprensiva, caracteriza al individuo por su capacidad de silencio, diciendo: \u201cLa comprensi\u00f3n de uno mismo, que es la primera condici\u00f3n requerida para que una persona pueda hacer entender a otra (\u2026.) lo que es, lo que piensa, lo que desea, lo que ama, etc., depende y muy estrechamente de la t\u00e9cnica del silencio\u201d [6]<\/strong><\/a><\/em><\/p>\n

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 <\/strong><\/p>\n

 <\/strong><\/p>\n

En cierto modo, el silencio tiene tanta relevancia como el discurso en el comportamiento humano. Nora Marks Dauenhauer, a partir de sus estudios sobre el significado ontol\u00f3gico del silencio en fil\u00f3sofos como Hegel o Husserl, entre otros, nos comenta que:<\/p>\n

\u201cEn primer lugar, cualquier acto, ya sea de habla como de silencio, es un incompleto y no aut\u00f3nomo desde el punto de vista significativo; en consecuencia, el habla o el silencio completos no pueden ser una actuaci\u00f3n (performance) humana. En segundo lugar, no existe ninguna raz\u00f3n ontol\u00f3gica para considerar el habla superior al silencio: ambos contribuyen rec\u00edprocamente al significado del otro: en tercer lugar, al ser todos los actos del lenguaje indicativos (seg\u00fan Husserl) no pueden contener en ellos mismos la aut\u00e9ntica y completa significaci\u00f3n: en consecuencia ni el lenguaje ni el silencio pueden considerarse signos convencionales\u201d [7]<\/strong><\/a><\/em><\/p>\n

De estas palabras, podemos deducir la dependencia mutua, que tienen la palabra y el silencio, como tambi\u00e9n, la total jerarqu\u00eda que tienen ambas, sobre la otra, su dependencia las sit\u00faa en un mismo lugar,  el silencio, como la palabra, son soportes de la significaci\u00f3n del  otro.<\/p>\n

Algunos pensadores del siglo XIX y XX, consideran que el silencio es algo irracional, que debe ser superado por la racionalidad propia del habla[8]<\/a>. Este ejemplo es expresado por Wigenstein, quien opt\u00f3 por la renuncia a la palabra, pero no porque ya no tuviera nada que decir, sino porque \u00e9sta ya no le serv\u00eda. Francis George Steiner nos explica:<\/p>\n

\u201cEl m\u00e1s grande de  los fil\u00f3sofos modernos fue tambi\u00e9n el m\u00e1s profundamente dedicado a escapar del espiral del lenguaje. La obra entera de Wittgenstein comienza pregunt\u00e1ndose si hay una relaci\u00f3n verificable entre la palabra y el hecho. Lo que llamamos hecho pudiera ser acaso un velo tejido por el lenguaje para alejar al intelecto de la realidad. Wittgenstein  obliga a preguntarse si puede hablarse de la realidad, si el habla no ser\u00e1 solo una especie de represi\u00f3n infinita, palabras pronunciadas a prop\u00f3sito de otras palabras\u201d [9]<\/strong><\/a><\/em><\/p>\n

Es decir, la b\u00fasqueda de la palabra exacta, de la tentativa de decir lo indecible, nos lleva a una palabra que es hija de la otra, nos aleja de la realidad,  que esta construida por nuestro lenguaje, el que es dependiente de s\u00ed mismo, c\u00f3mo expresar algo que podr\u00eda ser el reemplazo del pensamiento, una suerte de superposici\u00f3n permanente de palabras sobre palabras sin fin. Mar\u00eda Zambrano, nos habla sobre la palabra y el silencio diciendo:<\/p>\n

 <\/strong><\/p>\n

\u201cLa palabra no tiene posibilidad de surgir (\u2026) la quietud puede ser asimilada, en este caso, a la acci\u00f3n; ella es tambi\u00e9n acci\u00f3n en el polo opuesto, el polo positivo, es un estado del ser. La palabra entonces no es necesaria, pues que el sujeto se es presente a s\u00ed mismo y a quien lo percibe. Es el silencio di\u00e1fano donde se da la pura presencia\u201d El lenguaje le esta encomendado el moverse dentro de la imaginaci\u00f3n (\u2026) lo que no es palabra es sue\u00f1o.\u201d [10]<\/strong><\/a><\/em><\/p>\n

 <\/em><\/p>\n

La palabra, no es necesaria para Mar\u00eda Zambrano, el silencio, es el lugar donde se manifiesta la gran presencia del ser, la gran gesta de todo, la palabra es  su proyecci\u00f3n y su sue\u00f1o. La quietud, nos entrega el origen y el polo opuesto, a la acci\u00f3n. El inicio de todo lo que ser\u00e1 proyectado. Por ende, el sujeto es<\/em><\/strong> presente, y ser\u00e1 percibido por los dem\u00e1s, en su quietud y silencio, m\u00e1ximos.<\/p>\n

La luna tiene siempre el poder de transmitir la levedad, su silencio es recordado en este poema de Leopardi, que dice: \u201c\u00bfQu\u00e9 haces, luna, en el cielo? Dime, \u00bfQu\u00e9 haces silenciosa luna?, Surges de noche y vas, contemplando los desiertos, y luego desapareces.\u201d[11]<\/strong><\/a> <\/em>\u00bfPodremos explicarlo, con palabras? La existencia y la presencia del ser humano, parecieran ser m\u00e1s limpias o m\u00e1s esenciales en el silencio, pues la palabra es explicativa e interpretativa. Algo que puede ser observado sin intervenci\u00f3n alguna, por ende, es infinito como un teatro negro donde se puede aparecer y terminar en el mismo punto.<\/p>\n


\n

[1]<\/a> Virasoro M\u00f3nica De iron\u00edas y silencios<\/strong>, Gedisa 1997.  P. 171.<\/p>\n

 <\/p>\n

[2]<\/a> The Reader<\/strong>, Direcci\u00f3n Stephen Daldry  USA 2008 124 min<\/p>\n

[3]<\/a> Tejedor Campomanes Cesar. Introducci\u00f3n a la filosof\u00eda<\/strong>. Ediciones SM  Madrid 1995. 39 p<\/p>\n

[4]<\/a> Ibid., p. 42<\/p>\n

[5]<\/a> Apud Reyes (1990:13)<\/p>\n

[6]<\/a>  Scheler, max<\/a> En Naturaleza y formas de la simpat\u00eda<\/strong> Editorial Losada. Buenos Aires 1994 p 74<\/p>\n

[7]<\/a> (Dauenhauer 1980:117)El autor destaca como autores representativos a las investigaciones fenomenol\u00f3gicas a Picard, Heidegger, Merleau-Ponty y Marcel<\/p>\n

[8]<\/a> (cf. Dauenhauer 1980:87-89)<\/p>\n

[9]<\/a> Tejedor Campomanes Cesar : Op. Cit. p. 74<\/p>\n

[10]<\/a> Ibid., p. 41<\/p>\n

[11]<\/a>Gicomo Leopardi \u201ccanto nocturno de un pastor errante de Asia\u201d<\/strong>http:\/\/www.poeticas.com.ar\/Biblioteca\/Cantos_escogidos\/Poemario\/canto_nocturno.html<\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"\"\"<\/a>

\u201cLa palabra entonces no es necesaria, pues que el sujeto se es presente a s\u00ed mismo y a quien lo percibe. Es el silencio di\u00e1fano donde se da la pura presencia\u201d. Mar\u00eda Zambrano En nuestra \u00e9poca, en general se sostiene, que la palabra no puede conquistar todos los territorios de la comunicaci\u00f3n y algunos deSeguir leyendo →<\/span><\/a><\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"ngg_post_thumbnail":0,"jetpack_publicize_message":"","jetpack_is_tweetstorm":false,"jetpack_publicize_feature_enabled":true},"categories":[10,19],"tags":[],"jetpack_featured_media_url":"","jetpack_publicize_connections":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1116"}],"collection":[{"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=1116"}],"version-history":[{"count":3,"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1116\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":2353,"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1116\/revisions\/2353"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=1116"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=1116"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=1116"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}