{"id":3173,"date":"2022-04-05T19:15:55","date_gmt":"2022-04-05T22:15:55","guid":{"rendered":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/site\/?p=3173"},"modified":"2022-05-30T01:36:59","modified_gmt":"2022-05-30T04:36:59","slug":"la-era-de-la-disrupcion-digital","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/la-era-de-la-disrupcion-digital\/","title":{"rendered":"La era de la disrupci\u00f3n digital."},"content":{"rendered":"

\"\"<\/a>El objetivo del libro, La era de la disrupci\u00f3n digita<\/a>l de Javier Andr\u00e9s y Rafael Dom\u00e9nech publicado por  Deusto<\/a>, es contribuir a entender los desaf\u00edos que plantea la cuarta revoluci\u00f3n industrial, que aunque tiene similitudes con otras revoluciones tecnol\u00f3gicas, muestra, sin embargo, algunas diferencias y caracter\u00edsticas nuevas de consecuencias imprevisibles.<\/p>\n

Comparto con ustedes varios pasajes y extractos del libro en este post, el cual permite al lector conocer los ejes tem\u00e1ticos centrales desarrollados por los autores. <\/p>\n

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El libro se articula alrededor de tres elementos esenciales, primero el impacto del cambio t\u00e9cnico sobre el PIB, su incidencia sobre el nivel y la calidad del empleo y las tendencias recientes de evoluci\u00f3n de la desigualdad en la distribuci\u00f3n de la renta en diversas formas (funcional, personal o intergeneracional). Donde los autores se\u00f1alan: \u201creconocemos la deuda con colegas con quienes llevamos mucho tiempo trabajando y debatiendo con la finalidad de contribuir a identificar las razones por las que algunas sociedades se acercan m\u00e1s que otras a unos objetivos deseables de prosperidad y realizaci\u00f3n individual y colectiva que cuesta definir con precisi\u00f3n, pero que todos podr\u00edamos identificar cu\u00e1ndo los vemos\u201d.<\/p>\n

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El impacto tecnol\u00f3gico no siempre fue r\u00e1pido, un ejemplo, en 1886 naci\u00f3,  gracias a Carl Fredrik Benz el primer autom\u00f3vil con motor de combusti\u00f3n interna. Tres d\u00e9cadas m\u00e1s tarde, menos de un 10% de los hogares en Estados Unidos, que estaba a punto de pasar a liderar la econom\u00eda mundial, ten\u00eda acceso al autom\u00f3vil. Esto se contrasta con el primer gr\u00e1fico presentado por los autores, donde se se\u00f1ala el porcentaje de adopci\u00f3n de diferentes tecnolog\u00edas en los hogares de Estados Unidos a finales de la d\u00e9cada de los 90. De tal forma, la adopci\u00f3n de las nuevas tecnolog\u00edas sugiere que no estamos ante una ola de innovaciones maduras, cuyo dinamismo se est\u00e1 agotando.<\/p>\n

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La innovaci\u00f3n no solo disrupta el mercado, tambi\u00e9n lo aterra. El movimiento lulita, en el que muchos artesanos ingleses se opusieron a la mecanizaci\u00f3n de la producci\u00f3n textil a finales del siglo XVIII y principios del XIX, es una muestra de lo poco abierto o disponibles que estamos frente al cambio. Ya en el a\u00f1o 2010 algunos autores planteaban la desaparici\u00f3n del 50% de ocupaciones existentes en las pr\u00f3ximas d\u00e9cadas. Sin embargo, los pa\u00edses m\u00e1s teologizados suelen tener una renta per c\u00e1pita m\u00e1s alta. La mayor desigualdad y el n\u00famero de horas trabajadas suelen ser mayor es en los pa\u00edses de menor renta per c\u00e1pita, el crecimiento de la renta y del consumo per c\u00e1pita de un pa\u00eds viene determinado fundamentalmente por el ritmo al que mejora su capacidad para acumular capital f\u00edsico, tecnol\u00f3gico y humano, y para utilizar m\u00e1s eficientemente sus factores productivos: el capital y trabajo. Es decir, por el progreso t\u00e9cnico.<\/p>\n

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El cuestionamiento es si seremos capaces de sostener el ritmo de crecimiento econ\u00f3mico observado a lo largo de la mayor parte del siglo XX. S\u00ed, ser\u00e1 compatible con la creaci\u00f3n de empleo, evitando situaciones de desempleo tecnol\u00f3gico masivo y deterioro del empleo. Adem\u00e1s, si ser\u00e1n suficientes los mecanismos de distribuci\u00f3n existentes a trav\u00e9s del mercado y del servicio p\u00fablico, para asegurar un reparto equitativo de los frutos del crecimiento, al menos como el que se logr\u00f3 tras la segunda guerra mundial.<\/p>\n

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Los autores hacen una seria defensa a la innovaci\u00f3n, sosteniendo que la falta de oportunidades de inversi\u00f3n tiene m\u00e1s que ver con incertidumbres y restricciones de tipo estructural que con un problema de insuficiencia de demanda potencial.<\/p>\n

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Otro aspecto que es estudiado tiene relaci\u00f3n con el trabajo, con su nivel y su renta. Los pa\u00edses con menor horas trabajadas suelen tener un PIB por empleado m\u00e1s alto, esto desecha la idea de quien la innovaci\u00f3n destruye puestos de trabajo. Hemos pasado de trabajar pr\u00e1cticamente 1\/3 de todas las horas de nuestra vida hacerlo apenas un 10%.<\/p>\n

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La tecnolog\u00eda tambi\u00e9n ha bajado sus costos, un ejemplo de esto es el proyecto del genoma humano que ten\u00eda un costo de 3000 millones de d\u00f3lares el a\u00f1o 1999. En el 2019 se encuentra por debajo de los 1000 d\u00f3lares.<\/p>\n

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Hoy m\u00e1s que nunca, el Bienestar Social cobra importancia, sobre todo si consideramos el aumento de casi ocho d\u00e9cimas de la temperatura mundial a lo largo del \u00faltimo siglo, respecto al promedio de 1850-1900. Pues es la actividad humana la que ha cambiado mientras que los factores naturales habr\u00edan mantenido constante la temperatura media del planeta.<\/p>\n

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Las revueltas sociales en pa\u00edses como Francia, Chile o Ecuador ante el incremento de impuestos a los combustibles o al aumento de costos de producci\u00f3n y la p\u00e9rdida potencial de competitividad internacional indican la necesidad de dise\u00f1ar bien este tipo de pol\u00edticas, incluso llevar a cabo pruebas pilotos o experimentar aleatorizados para ver c\u00f3mo funcionan de manera controlada. Es la tecnolog\u00eda la que nos permitir\u00e1 escapar de este escenario tan pesimista, seg\u00fan Mokyr. Por el contrario, para Gordon las nuevas tecnolog\u00edas no son tan disruptivas como las de la segunda revoluci\u00f3n industrial, o para quienes postulan que el problema no es que no se generen buenas innovaciones, sino que cada vez es m\u00e1s caro hacerlo por un problema de rendimientos decrecientes. Pues las innovaciones descriptivas m\u00e1s accesibles ya han sido descubiertas y,  salvo que dediquemos cada vez m\u00e1s recursos, estamos abocados a una desaceleraci\u00f3n del crecimiento econ\u00f3mico.<\/p>\n

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Los autores tambi\u00e9n se hacen cargo del mundo pol\u00edtico y toman como ejemplo que en el a\u00f1o 1903 el miembro del Parlamento brit\u00e1nico John Douglas Scott afirmaba que no cre\u00eda que la introducci\u00f3n de los autom\u00f3viles fuera a afectar a la monta de caballos o a los cocheros, a pesar de que \u00e9l fue precisamente uno de los pioneros en la introducci\u00f3n del autom\u00f3vil en el Reino Unido.<\/p>\n

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El salario desde el t\u00e9rmino de la Segunda Guerra Mundial hasta los a\u00f1os 70, el crecimiento fue estable, sin embargo, estas \u00faltimas cinco d\u00e9cadas el salario de los trabajadores con estudios universitarios ha empezado a crecer m\u00e1s r\u00e1pidamente que lo de los trabajadores con educaci\u00f3n secundaria o inferior. Esa brecha est\u00e1 lejos de acercarse y m\u00e1s bien se apuesta a la educaci\u00f3n superior (universitaria, t\u00e9cnica, profesional) como casi el \u00fanico actor en este siglo. Esto tambi\u00e9n es causante de la polarizaci\u00f3n del empleo y la generalizaci\u00f3n de los beneficios del Estado moderno.<\/p>\n

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La revoluci\u00f3n digital en el empleo tambi\u00e9n es uno de los cap\u00edtulos que aborda este libro, mencionando como ejemplo el campo de la Abogac\u00eda, donde el an\u00e1lisis de sentencias podr\u00edan ser realizadas m\u00e1s \u00e1gilmente con la ayuda de algoritmos de reconocimiento de texto, algo que ya est\u00e1 sucediendo en la industria del ocio y el entretenimiento como en los medios de comunicaci\u00f3n.<\/p>\n

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Sin duda que los puestos de trabajo inexistentes a\u00fan depender\u00e1n de las propias innovaciones que sustituyan trabajos actuales. Por ejemplo, la disponibilidad de grandes bases de datos ha generado en un pocas d\u00e9cadas una demanda creciente de cient\u00edficos de datos, que las universidades dif\u00edcilmente son capaces de formar al ritmo que existen actualmente en las empresas. Esto hace que la innovaci\u00f3n, si bien destruye algunos empleos, tambi\u00e9n aumenta la demanda de otros y termina creando empleo neto a trav\u00e9s de diversos canales alternativos. Algunos de los pa\u00edses que m\u00e1s han avanzado en el proceso de automatizaci\u00f3n y transformaci\u00f3n digital, como Corea, Singapur, Jap\u00f3n, Alemania o Dinamarca, son los pa\u00edses que tienen menos desempleo. Otro ejemplo es la demanda de servicios financieros por parte de la sociedad.  En 1967 Barclays instal\u00f3 el primer cajero autom\u00e1tico y su r\u00e1pida expansi\u00f3n por todas las ciudades hizo pensar que el empleo en el sector bancario disminuir\u00eda dr\u00e1sticamente, muy por lo contrario por d\u00e9cadas el empleo en este sector no solo no disminuy\u00f3 sino que en general aument\u00f3.<\/p>\n

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Las nuevas tecnolog\u00edas permiten la deslocalizaci\u00f3n de muchas tareas, expandiendo el l\u00edmite de las competencias y permite que sea ya una realidad, lo que Richard Baldwin denomina competencia entre teleinmigrantes.<\/p>\n

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Los autores tambi\u00e9n dedican tiempo a la distribuci\u00f3n de la renta como tambi\u00e9n de la riqueza, que es una cuesti\u00f3n econ\u00f3mica, social y pol\u00edtica de primer orden, requiriendo respuestas de la sociedad, tanto en las regulaciones de los mercados como en las medidas necesarias para asegurar la igualdad de oportunidades y la protecci\u00f3n social. El estudio de los autores se centra en 3 tipos de indicadores, el \u00edndice de Gini , los porcentajes de renta que reciben los distintos grupos de poblaci\u00f3n y la participaci\u00f3n de los factores productivos en la renta nacional. Economistas cl\u00e1sicos como Adam Smith ya entend\u00edan que la viabilidad del capitalismo y de la econom\u00eda de mercado depend\u00eda crucialmente de las de dos condiciones: del crecimiento continuo de la riqueza nacional y de la distribuci\u00f3n equilibrada de las ganancias de este crecimiento entre los trabajadores y los propietarios de capital, el mismo Smith consideraba que ciertos niveles de desigualdad eran una consecuencia inevitable de la econom\u00eda de mercado y que una sociedad totalmente igualitaria dificultar\u00eda su propio desarrollo distinguiendo entre la desigualdad \u00fatil y la desigualdad opresiva.<\/p>\n

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Tanto la globalizaci\u00f3n como la transformaci\u00f3n tecnol\u00f3gica afectan la desigualdad y sus efectos son dif\u00edciles de separar.  Para Dani Rodrik la mayor preocupaci\u00f3n hoy d\u00eda de una hiperglobalizaci\u00f3n mal gestionada y que pueda socavar incluso la democracia, con instituciones internacionales que determinan las reglas de la globalizaci\u00f3n y que est\u00e1n muy lejos de los votantes en las clases medias o bajas.<\/p>\n

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La evidencia disponible apunta que el cambio tecnol\u00f3gico, el progreso t\u00e9cnico sesgado en habilidades, la rutiniciaci\u00f3n y la polarizaci\u00f3n han tenido efectos m\u00e1s importantes sobre la desigualdad que la globalizaci\u00f3n. Esta conclusi\u00f3n se basa, en primer lugar, en el hecho de que el comercio mundial y la integraci\u00f3n financiera se intensificaron sobre todo una d\u00e9cada despu\u00e9s de que empezaran a aumentar la desigualdad en las econom\u00edas avanzadas, a principio de los a\u00f1os 80 del siglo XX. En 1989 la OCDE  elimin\u00f3 las restricciones a los movimientos de capital entre sus miembros; en 1993 La Uni\u00f3n Europea puso en marcha el mercado \u00fanico europeo; en 1995 comenz\u00f3 a funcionar la Organizaci\u00f3n Mundial del comercio OMC y en 2001 China ingres\u00f3 a la OMC, lo que signific\u00f3 el momento de irrupci\u00f3n de este pa\u00eds en el comercio internacional hasta alcanzar la importancia que tiene hoy d\u00eda.<\/p>\n

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Las revoluciones industriales de los siglos XIX y XX y el an\u00e1lisis de los efectos de la revoluci\u00f3n digital que hemos realizado nos permiten extraer una serie de regularidades e implicaciones en t\u00e9rminos de productividad, y empleo, desigualdad y Bienestar Social; pero tambi\u00e9n una lecci\u00f3n muy importante: sus efectos no son homog\u00e9neos y se observan enormes diferencias entre pa\u00edses, regiones sectores, empresa y trabajadores.<\/p>\n

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Es esencial potenciar el uso de nuevas tecnolog\u00edas para el desarrollo de energ\u00edas alternativas y un proceso de producci\u00f3n y consumo que preserve el medioambiente. Por ejemplo, con tiempos de adopci\u00f3n de tecnolog\u00eda como lo de la segunda revoluci\u00f3n industrial, la escolarizaci\u00f3n de la poblaci\u00f3n en distintos niveles de educaci\u00f3n pudo hacerse a un ritmo relativamente lento. Desde que la educaci\u00f3n elemental empez\u00f3 siendo obligatoria en los pa\u00edses n\u00f3rdicos entre 1814 (Dinamarca) y 1842 (Suecia) hasta la ampliaci\u00f3n a los 16 a\u00f1os de la ense\u00f1anza obligatoria en Espa\u00f1a en 1990, pas\u00f3 m\u00e1s de un siglo. Esto contrasta r\u00e1pidamente con el 40% de los puestos de trabajo creados en los pa\u00edses de la OCDE que produjeron actividades tecnol\u00f3gicas entre los a\u00f1os 2005 y 2016.<\/p>\n

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Hoy en d\u00eda el trabajo por cuenta propia y ajena se difumina y aparecen nuevas formas de empleo, es preciso cambiar las regulaciones del mercado laboral buscando un equilibrio entre atender de manera flexible a las nuevas necesidades del sistema productivo y la seguridad de los trabajadores, independientemente de su estatus. Es evidente pensar que estos cambios deber\u00edan hacerse de manera anticipada, r\u00e1pida y eficaz, donde la innovaci\u00f3n tecnol\u00f3gica es un aliado. Las nuevas tecnolog\u00edas requieren niveles de formaci\u00f3n muy superiores a los trabajos que se est\u00e1n destruyendo, por lo que la inversi\u00f3n en capital humano es cada vez m\u00e1s importante para conseguir habilidades complementarias con los robots y la inteligencia artificial. Los estudios que arrojan este libro nos se\u00f1alan que 1\/3 de la poblaci\u00f3n joven podr\u00eda no estar suficientemente preparada para los retos que supone la transformaci\u00f3n digital. Esta necesidad con el tiempo tiende a ampliarse porque la probabilidad de realizar formaci\u00f3n continua a lo largo de la carrera laboral es mucho m\u00e1s alta entre los adultos con formaci\u00f3n superior que entre aquellos que solo han alcanzado el ciclo inferior de la educaci\u00f3n secundaria. Un ejemplo es la diferencia que ocurre entre Jap\u00f3n y Espa\u00f1a, donde el primero tiene un 26,6% de los adultos, no alcanza las competencias del promedio de la OCDE mientras el segundo su porcentaje se eleva al 66,6% de la poblaci\u00f3n. Y por eso que los especialistas destacan adem\u00e1s la importancia de otro tipo de habilidades necesarias para navegar en un mundo que por ahora solo podemos intuir: la capacidad para el aprendizaje, el razonamiento anal\u00edtico y el pensamiento cr\u00edtico para la b\u00fasqueda de soluciones a nuevos problemas, la creatividad, la originalidad y la capacidad de iniciativa, el liderazgo personal y la capacidad de influencia social, la inteligencia emocional el uso del lenguaje o el compromiso con el  trabajo encomendado. De tal forma que se priorice fomentar un enfoque multidisciplinar que permita pasar de STEM (sciencie, tchnology, eneering and mathematics) a STEAM, con la a de arte y dise\u00f1o, y ampliar a STEAMS para incluir tambi\u00e9n habilidades sociales.<\/p>\n

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El sistema educativo tiene un gran aliado en las nuevas tecnolog\u00edas, donde  pueden desempe\u00f1ar un papel fundamental para identificar estas necesidades, por ejemplo mediante MOOC  (massive online open courses) o incluso juegos (ramificaci\u00f3n de la ense\u00f1anza) entre otros. Si queremos evitar que la brecha educativa se ampl\u00ede, y con ella la desigualdad de rentas,  las nuevas tecnolog\u00edas deben utilizarse tambi\u00e9n para identificar correctamente d\u00f3nde actuar con m\u00e1s intensidad y urgencia, y mejorar la eficiencia y coordinaci\u00f3n de las distintas administraciones p\u00fablicas. Pues, el empleo se destruye por razones econ\u00f3micas, tecnol\u00f3gicas y productivas. Es fundamental eliminar las barreras a la creaci\u00f3n de empleo y a la inversi\u00f3n, innovaci\u00f3n y crecimiento de las empresas, reducir las incertidumbres y buscar un equilibrio entre la flexibilidad del mercado del trabajo y la seguridad jur\u00eddica para trabajadores y empresas, facilitar la financiaci\u00f3n de empresas emergentes y simplificar y mejorar la normativa para hacerlas m\u00e1s eficientes de esta forma contribuiremos a que la revoluci\u00f3n digital no genere desempleo.<\/p>\n

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El cambio cultural es esencial, como se\u00f1ala Allison Maitland  (2014) Cada vez son m\u00e1s los trabajadores que se vean motivados por unas condiciones laborales que les permitan decidir sus propios horarios y teletrabajar desde m\u00faltiples sitios, que defienden su independencia, desean que se valore su creatividad, que buscan trabajar en entornos colaborativos no jer\u00e1rquicos y descentralizados, que quieren participar en los beneficios de los proyectos que tienen \u00e9xitos en sus empresas o, incluso trabajar en proyectos con distintas empresas. Por eso la importancia de fomentar los programas de liderazgo, promover la inclusi\u00f3n y diversidad, mejorar su capacidad de atraer talento externo y mejorar la organizaci\u00f3n y cultura de la empresa hacia entornos m\u00e1s flexibles y \u00e1giles. De esta forma se aspira a que todos los trabajadores, independiente de su estatus en el mercado laboral, tengan un conjunto similar de obligaciones, derechos y protecciones. Reducir la diferencia entre los distintos tipos de trabajadores, garantizar a las mismas reglas de juegos que todos cuenten con derechos y obligaciones similares, independientemente de que sean por cuenta propia o por cuenta ajena o de que tengan un contrato indefinido o temporal.<\/p>\n

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La brecha digital, para la opini\u00f3n p\u00fablica, incluso para los expertos, tienen con frecuencia a fijarse m\u00e1s en las impresionantes desarrollos tecnol\u00f3gicos de nuestros d\u00edas, que su implementaci\u00f3n efectiva en el conjunto del proceso productivo. Es por eso que los autores de este libro plantean cinco pol\u00edticas para cerrar la brecha digital: La primera, fomentar el acceso de todas las empresas y sectores a las nuevas tecnolog\u00edas. La segunda, desarrollar marcos normativos y legales nacionales y supra nacionales. La tercera, una importante inversi\u00f3n en infraestructura. La cuarta, potenciar la digitalizaci\u00f3n de la administraci\u00f3n p\u00fablica. Y la quinta, pol\u00edticas p\u00fablicas que promuevan y movilicen aquellas nuevas tecnolog\u00edas y formas de inteligencia digital.<\/p>\n

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El Bienestar Social es un concepto multidimensional y dif\u00edcil de medir, son tres factores determinantes para los autores: la productividad, el empleo y la equidad. Hace pensar que los efectos de la revoluci\u00f3n digital en curso pueden ser, de nuevo, muy heterog\u00e9neos, con beneficios y costes que no se distribuyen de manera uniforme entre trabajadores, empresas y pa\u00edses.  En definitiva, el futuro va a estar determinado por la interacci\u00f3n entre, por un lado, las tendencias y los efectos potenciales de la revoluci\u00f3n digital y, por otro, las estrategias y pol\u00edticas con las que la sociedad anticipen, modelen, gestionen o corrijan sus efectos.  Redise\u00f1ar el estado de bienestar podr\u00eda ser la mayor consecuencia de los efectos de la revoluci\u00f3n digital, donde los autores profundizan en cuatro grandes arias: el capital humano, las pol\u00edticas de empleo, contrataci\u00f3n y remuneraci\u00f3n, las regulaciones de los mercados y las pol\u00edticas redistributivas.<\/p>\n

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La revoluci\u00f3n digital, la globalizaci\u00f3n, el riesgo medioambiental y el envejecimiento est\u00e1n sometidos al estado del bienestar de las econom\u00edas avanzadas con presi\u00f3n creciente,  pues,  este estado de bienestar que conocemos surgi\u00f3 tras enormes tensiones sociales, el aumento de la desigualdad, e incluso guerras mundiales, bastante d\u00e9cada despu\u00e9s de que empezara la segunda revoluci\u00f3n industrial. Redise\u00f1ar el estado de bienestar para ajustarlo a las nuevas necesidades sociales, de manera que el aumento de la renta y del bienestar llegue al conjunto de la sociedad pareciera ser que es la innovaci\u00f3n que se requiere. El sector p\u00fablico no puede perder el tren de la revoluci\u00f3n digital; al contrario, debe liderarlo. Si lo hace de manera eficiente, conseguir\u00e1 aumentar su credibilidad y reputaci\u00f3n ante el conjunto de la sociedad. Muchos de los avances tecnol\u00f3gicos que hoy d\u00eda disfrutamos han sido el resultado de la colaboraci\u00f3n p\u00fablica-privada y de la creaci\u00f3n de un ecosistema en el que el emprendimiento y la iniciativa privada han podido florecer.<\/p>\n

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Lo que nos depare la revoluci\u00f3n digital en el futuro depender\u00e1 de las capacidades de nuestras sociedades para moldearla y gestionar adecuadamente los cambios, de manera que el crecimiento econ\u00f3mico permita dar satisfacci\u00f3n a las nuevas necesidades individuales y colectivas junto al an\u00e1lisis de c\u00f3mo hemos llegado hasta el presente sugiere que es muy probable que en una sociedad lo hagan mejor que otras,  y consigan dan forma a un progreso en el que la equidad y eficiencia se retroalimentan entre s\u00ed. Para lograrlo hay que apostar por las nuevas tecnolog\u00edas, y hacerlo con una finalidad inclusiva que permita a nuestras sociedades generar m\u00e1s riqueza y distribuirla mejor, progresar socialmente y aprovechar el enorme potencial que ofrece la revoluci\u00f3n digital.<\/p>\n

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Nicol\u00e1s Fontaine <\/p>\n

5 de abril de 2022<\/p>\n

Faro de la Nueva Extremadura <\/p>\n

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El objetivo del libro, La era de la disrupci\u00f3n digital de Javier Andr\u00e9s y Rafael Dom\u00e9nech publicado por  Deusto, es contribuir a entender los desaf\u00edos que plantea la cuarta revoluci\u00f3n industrial, que aunque tiene similitudes con otras revoluciones tecnol\u00f3gicas, muestra, sin embargo, algunas diferencias y caracter\u00edsticas nuevas de consecuencias imprevisibles. Comparto con ustedes varios pasajesSeguir leyendo →<\/span><\/a><\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_mi_skip_tracking":false,"ngg_post_thumbnail":0,"jetpack_publicize_message":"","jetpack_is_tweetstorm":false,"jetpack_publicize_feature_enabled":true},"categories":[10],"tags":[],"jetpack_featured_media_url":"","jetpack_publicize_connections":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3173"}],"collection":[{"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=3173"}],"version-history":[{"count":5,"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3173\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":3440,"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3173\/revisions\/3440"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=3173"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=3173"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.nicolasfontaine.cl\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=3173"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}