Amplitud

Uno, se acerca a un libro por variadas razones. El éxito del New York Times, sumado a la recomendación de Bill Geates, como gran lector que es, sabemos que bien vale su opinión a la hora de elegir un libro.

 Amplitud de Malcolm Gladwell (científico, periodista y escritor) es un libro que pone al centro la acalorada discusión del triunfo de los generalistas por sobre la hiperespecialización laboral generada desde la segunda mitad del S. XX. Los errores en el mundo moderno, como la crisis financiera del 2008, producido en gran medida por el grado de segregación existente en los grandes bancos, cuando un programa federal lanzado el 2009, incentivó a los bancos a reducir los pagos mensuales de las hipotecas de aquellos dueños a los que les costaba pagar su cuenta, pero aún podrían pagar cuotas parciales. Nadie imaginó que los bancos trabajarían con silos tan aislados, comentó luego un asesor gubernamental. La supra especialización puede llevar a la tragedia colectiva, aún cuando cada uno tomé una decisión razonable dentro de su nicho.

El rigor espartano y la dedicación monacal en una actividad, ya sea deportiva, laboral o artística es abiertamente cuestionada. La teoría de las 10 mil horas para llegar a ser experto en algo, según Gladwel es cuestionable. La especialización temprana por sobre la tardía también merece un cuestionamiento dada la perdida de amplitud de conocimientos que tiene el aprendiz al enfrentarse a un tema determinado.

La diversidad en la acción de distintas disciplinas es clave a la hora de la especialización posterior, por lo mimo, la aplicación del rigor a temprana edad es cuestionable. El caso del talentoso Duke Ellington, que dejo la música para jugar béisbol, dibujar y pintar como cualquier niño, producto del aburrimiento que lo producía el aprendizaje de la lectura de partituras, daría sus frutos años después al acercarse a la música sin la presión de tener que ser un alumno prodigio.

Nuestros procesos de pensamiento han ido cambiando y acomodándose a la complejidad creciente y a la necesidad de encontrar nuevos patrones. Nuestra mente comienza a funcionar como un acto refundacional una y otra vez y la memoria y la historia de nuestro relato queda en el olvido; pues la efervescente necesidad de cambiar y profundizar procesos y conceptos nuevos que sean acordes a las necesidades de un entorno altamente cambiante (BANI). Lo paradojal que nos plantea Amplitud de la editorial empresa activa, es este acto refundacional, el cual subraya una actualización constante de conocimientos que permiten estar al servicio de profesionales supra especializados.

El pensamiento categórico, más conocido como lentes científicos, están preparados para cambiar un atributo por otro y construir categorías apropiadas (madera, vidrio, animales, flores, pequeño, mediano) la capacidad de poder cambiar de una categoría a otra es una de las principales características de un pensamiento abstracto. Forzar la especialización a temprana edad rigidiza las prácticas conceptuales del conocimiento. Son variados autores, dice David Epstein, que sostienen que ni las mejores universidades están desarrollando inteligencia crítica, limitándose en la mayoría de ellas a la entrega de herramientas que permitan analizar el mundo moderno y lo que viene desde su especialización, cometiendo el error de creer que los alumnos deben tener clases de historia del arte he informática, done el foco debiese estar en la creación de hábitos mentales que permitan danzar entre disciplinas distintas. La Universidad de Washington tiene una clase titulada callíng bullshit (Algo así como descubrir idioteces) su objetivo es poder entender un mundo Inter disciplinario y evaluar la avalancha informática diaria, ejemplos como este son tratados por el autor el autor de amplitud.

A ciertos entornos les cuesta interpretar su comportamiento como una consecuencia de un desarrollo cultural, donde su movilidad es inherente al concepto de la cultura. Para reflejar esto, en el siglo XVIII Se creó una orquesta de músicas, figlie del coro, (las hijas del coro) en esos años Venecia se asomaba como una ciudad de prodigios musicales, la vanguardia y la revolución del arte alimentaba al resto del mundo. Los instrumentos estaban reservados para los hombres que cantaban como Ángeles tocaban el violín, la flauta, el órgano, el oboe, el violínchelo, el fagot, en definitiva todos los instrumentos, eran armonizados por ellos. Sin embargo, el famoso escritor Hester Thrale Se quejó diciendo: la visión de una niña sosteniendo el contrabajo y soplando el fagot no me agrado, ya que como se sabe, los instrumentos femeninos apropiados eran más bien el arpa y las copas musicales. Esta expresión extravagante del arte, mujeres tocando instrumentos clásicos, fue interpretado en la época cómo sirenas angelicales que superan a pájaros etéreos y que abren para los oyentes las puertas del paraíso, provocado por una mujer. Sería impensado hoy en día qué una orquesta o una manifestación artística cuestioné la veracidad y el talento de algunos de sus músicos por su género.

Amplitud es un libro que también busca interpelar al lector no solo en el ámbito de la hiperespecialización laboral, sino también en el constructo cultural que se tiene de las actividades que uno desempeña.

El gran Django Reinhard nacido en el año 1910 en Bélgica, considerado uno de los mejores guitarristas del mundo, logra tal condición sin saber leer partituras. Dueño de un virtuosismo que lo traslada desde la música clásica al jazz cómo alguien que pudiera hacer dialogar sus hemisferios cerebrales de manera cotidiana. Charles Limb, un especialista en audición y cirujano de la Universidad de California de San Francisco, diseñó un teclado sin metal para poder realizar una resonancia magnética a músicos de jazz mientras improvisaba. Limb comprobó que la actividad de las áreas del cerebro asociadas a la inhibición, la concentración y la autocensura disminuían cuando los músicos creaban. “Es como si el cerebro apagará la capacidad de autocriticarse”, le dijo a National Geographic: “mientras improvisan, los músicos están en lo opuesto a identificar conscientemente los errores y corregirlos”, de ahí el viejo chiste entre músicos de jazz donde uno le pregunta a otro si sabe leer música, y este le contesta: “no tanto como para perjudicar cómo tocó”

El aprendizaje también tiene una velocidad, en Amplitud, nuestro autor desarrolla un completo capítulo al aprendizaje rápido y lento. El intérprete actoral sabe muy bien cómo incorporar largos textos sin modificar ni una sola coma, pues las letras son una partitura que recorre vivencias muy ricas en significado, cada palabra es una imagen que habita en la interpretación actoral. También las y los actores saben que muchas veces cierto diálogo requiere un aprendizaje que depende del otro, el uso de la memoria blanda o dura es algo que un artista distingue tanto en su fijación emocional como en su recuerdo a largo plazo. Todo esto es desarrollado en el devenir de su oficio.

El pensamiento analógico también corre peligro con la llamada IOT que busca dar respuesta a posibles necesidades de un usuario. Es común que Netflix nos recomiende películas en nuestro perfil, centrándose en el visionado de otros usuarios similares. Sin duda que el riesgo que provoca la estandarización de los motores de búsqueda afecta la idea de divagar por nuestros pensamientos. Por eso cuando la oferta es gratis en la web es porque el producto eres tú.

Las grandes ideas y las falacias son muy parecidas, inicialmente nos dice Alph Bingham. El trabajo constante y permanente genera más y mejores oportunidades, Thomas Edison obtuvo más de 1000 patentes y la mayoría de ellas sin ninguna importancia y rechazándolo muchas más, grandes fracasos, pero la bombilla de luz, el fonógrafo y un proyector de películas modificaron el mundo. El autor de timón de Atenas también escribió el Rey Lear y Macbeth. La narrativa de la especialización ni siquiera se cumple en entornos relativamente buenos, los cuales nos han querido vender con mayor fuerza. Investigadores sobre distintas disciplinas muestran que un diverso grupo de especialistas no puede reemplazar la contribución de un individuo con amplitud. Aun cuando te muevas de un campo a otro, esa experiencia no es dilapidada.

Es cierto quién la capitalización cultural nos entrega un punto de partida distinto a cada uno de nosotros, también es cierto que la instrucción y formación temprana nos otorga herramientas que mejoran nuestro desenvolvimiento en el mundo; pero la divagación mental y la experimentación personal son fuentes de poder y que las ventajas iniciales están sobrevaloradas, nos dice David Epstein. Tim Brown de ideo nos habla de un perfil T amplio y profundo. En mi opinión, ser cóncavo y convexo a la vez nos permite recibir y proyectar, también ser una esfera nómade que crece en conocimiento y en dirección.

Amplitud es un regalo, un libro para aquellos que pierden intencional o no el rumbo. Un libro que busca incansablemente la conexión entre todo. Ser amplios es un compromiso que abrazo desde hace años y no es nada fácil. Pero, la satisfacción que produce entender entornos distintos a nuestro paisaje de formación, solo fortalece nuestra experiencia y nuestra relación con esta época cambiante, frágil y anti frágil. Donde de tanto en tanto se asoman cisnes negros y nos cambian todo.

Lea este libro y, abrace a la Amplitud.

Nicolás Fontaine
23 de marzo de 2022
Faro de la Nueva Extremadura