Simone Weil, (1909-1943) fue una filósofa y revolucionaria francesa, descrita por Albert Camus como <el último gran espíritu de nuestro tiempo> Great Ideas es una colección de Taurus, enfocada en los clásicos con una edición de fácil transporte, austera y de gran inspiración. Nuestra autora de <Hacer la Guerra>, Simone Weil, participo en la guerra civil española y vivió dos guerras mundiales. Este ensayo desglosado en tres unidades o visiones de la guerra según la propia literatura y la experiencia de la autora están compuestos por: La Ilíada o el poema de la fuerza, La agonía de una civilización vista a través de un poema épico y ¿en qué consiste la inspiración occitana? Este ensayo muestra la evolución sobre la opinión y la mirada escalofriante de la guerra según su autora.
Comparto con ustedes algunos párrafos del libro, que me dejaron quieto y atento al surco de sus letras; corresponden a distintos capítulos del libro
<El éxito consiste en aplastamiento de los grupos de hombres que pronuncian las palabras enemigas; Porque esa es otra de las características de estas palabras, que viven por pares antagónicas.>
<Vivimos en medio de realidades cambiantes, diversas, determinadas por el juego movedizo de las necesidades exteriores, que van cambiando con arreglo a ciertas condiciones y dentro de ciertos límites.>
<Admirable de disparates sanguinarios es la oposición entre fascismo y comunismo oposición que determina para nosotros la amenaza de una guerra civil y Guerra Mundial es quizás el síntoma de carencia intelectual más grave entre todos los que podemos constatar a nuestro alrededor. A ambos lados tenemos el mismo control estatal de casi todas las formas de vida individual y social la misma militarización desaforadas la misma unanimidad artificial, obtenida a la fuerza, en beneficio de un partido único que se confunde con el estado y se define con esta confusión, el mismo régimen de servidumbre impuesto por el estado a las masas trabajadoras en lugar del trabajo asalariado clásico. No hay nación que tenga estructuras tan parecidas como Alemania y Rusia, Que se amenazan continuamente con una cruzada internacional mientras cada una retrata a la otra como la bestia del apocalipsis. Por eso podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la oposición entre fascismo y comunismo no tiene rigurosamente ningún sentido.>
<Mientras exista una jerarquía social estable cualquiera que sea su forma, los de abajo deberán luchar para no perder todos los derechos de un ser humano.>
<Todas las críticas podrían aplicarse también al otro bando que pone el mantenido dentro del orden por delante de la preocupación por los sufrimientos impuestos a los de abajo y el deseo de consenso por delante del deseo de transformación.>
<La distinción teórica entre las dos formas de régimen totalitario, fascismo y comunismo, es imaginaria.>
<Todo poder descansa en las relaciones entre las actividades humanas, pero para que un poder sea estable debe parecer absoluto, intangible, a ojos de quienes lo detentan, de quienes lo sufren de los poderes exteriores.>
Estas frases, no las únicas, me hicieron volver de nuevo a constatar que algunas cosas no han cambiado; que el mundo, frágil y ambiguo de hoy generado por la especulación y en algunos casos la irresponsabilidad de los mercados y de algunas naciones inmaduras en sus políticas públicas, podrían ser vistas también como la irresponsabilidad de las guerras del S. XX. Eso comenzó hace 100 años, hoy los ciclos de violencia y egoísmo vuelven. Nos queda mirar atrás para reparar el mañana.
Nicolás Fontaine
Faro de La Nueva Extremadura