Desde el punto de vista antropológico, el poder es la capacidad de satisfacer necesidades, la principal característica para poder sobrevivir. Sin embargo, abunda en el pensamiento presente de carencia, de temor, disminución y eso genera ansiedad inmediata. La autoridad se constituye en la toma de decisiones al no ser clara en sus decisiones no se registra por el otro. Según Liderazgo Exitoso de Bernardo Stamateas de editorial Vergara, hay preguntas esenciales que debemos hacernos:

¿Qué tipo de familia quiero conformar?

¿Qué clase de persona quiero ser?

¿Qué estilo de papá o mamá deseo ser?

Estas preguntas que corresponden al mundo privado nos permiten responder ¿hacia dónde estoy llevando a mi equipo? El sabe marcar lo positivo del otro es servicial es efusivo y esto es fruto que tiene una visión clara de lo que el es.

El liderazgo también lo podemos visualizar en distintas etapas o épocas de la historia en la caza y recolección la fuerza física y la estrategia era relevante para el liderazgo; en la época agrícola la siembra era el centro, la inteligencia y paciencia toma relevancia; el liderazgo en el periodo industrial se incorpora el uso del hemisferio izquierdo, surge la figura del administrador y el creador; En una etapa más reciente, posterior a la imprenta el conocimiento pasa a ser medular a la hora de administrar un nuevo liderazgo, el líder debe tener algo que ofrecer. Hoy nos encontramos en una nueva etapa que nos desafía a desarrollar un liderazgo creador de ambientes, un administrador de emotividades, un liderazgo centrado en ocuparnos de nuestro mundo interior que se direcciona a la realización personal, el mayor éxito que puede tener un ser humano. El autor nos llama a estar atentos al caudillismo, ya que aparece precisamente cuando el liderazgo no está centrado en la realización personal el líder caudillo carece así de formación centrando su actividad en otorgar títulos que permitan extender solo su legado.

Necesitamos aprender a organizarnos y motivarnos, ya que este es un movimiento un estado de vida dónde hay cosas que no se ven con los ojos sino con el corazón. Stamateas nos dice: “las dos preguntas más importantes que debemos responder son ¿por qué nací?, y  ¿para hacer que cosas nací?. Un líder capaz de responder sus propios interrogantes y que sabe hacia dónde va dirigiendo su vida, es un líder seguro de sí mismo. Solo un líder que tiene en claro el propósito de su vida (sus metas y sus sueños) será un líder capaz de generar empatía con los otros.

Martín Luther King decía: “si un hombre es llamado a ser barrendero, debiera barrer las calles como Miguel Ángel pintaba cuadros, como Beethoven componía música o como Shakespeare escribía poesía. Debería barrer las calles tan bien que todos los ejércitos del cielo y la tierra se detuvieran para decir: aquí vivió un gran barrendero que hizo bien su trabajo”

Recordemos la ley del 10-70-20: el 10% de los que van a cerámica no saben para qué van. El 70% de ellos van y están entusiasmados, pero si les surge otro compromiso faltan a la clase. El 20% restante son los que van porque aman la cerámica y no faltan bajo ningún concepto. Son los que verdaderamente están comprometidos.

La ecuación para delegar. El 80% de las cosas que hago cualquiera las puede hacer. El 15% de las cosas que hago aquellos que están preparados también la pueden hacer. El 5% de las cosas que hago solo yo las puedo hacer. Entonces, podemos delegar el 80% y enfocarnos en el 5%.

El autor nos habla de la seguridad del líder, que se centra en el autoconocimiento, por eso pone foco en el error, que es parte de la actividad cotidiana, delimitar las tareas es esencial como también mantener una autocrítica, no tengamos temor a equivocarnos y reconocer cuando hacemos algo mal nos permite pedir perdón.

Como dijo Cicerón: “todos los hombres pueden caer en un error, pero solo los necios persevera en él”

Bernardo Stamateas comparte su visión sobre el aprendizaje, tener el deseo de aprender nos dice hace que disfrutemos plenamente de la vida. Para que estar en este mundo si no aprendemos, no se trata de estudiar sí no aprender. El “no sé” y él “soy torpe” nos sitúan en un estado de aprendizaje permanente donde el desaprender es una moneda de dos caras, para aprender cosas nuevas, es necesario renunciar al pasado es imposible aprender sin desaprender. Por lo mismo la comunicación es el centro y el medio tanto de lo que pensamos y sentimos “pegamento emocional” lo llama el autor, de ahí la importancia de anécdotas personales vivencias olores colores que capturan el contenido que grabamos en nuestra memoria.

Tal vez la idea que más me quedó rebotando en la lectura sea el “éxito y la fama”. Si te motiva lo que hacen otras personas, te mueve la fama dice Stamateas si te motiva lo que tú mismo eres capaz de producir te motiva el éxito. Creo que podemos ser motivados por otros sin querer tener fama, son miles los que motivados por sus propias capacidades están lejos del éxito.

El éxito tiene que ser una construcción personal y no algo heredado, por eso los artistas, intelectuales, científicos y emprendedores son personas tan atractivas, pues han construido un concepto una visión o bien han conmovido o han instalado un producto nuevo en el mercado; todos ellos manejan un liderazgo exitoso fundado en una visión evolucionista donde el proceso o el tránsito es el mayor tesoro de ellos.

Bernardo Stamateas es un escritor y conferencista prolifero y curioso para mi, pues su formación como doctor en psicología y sexólogo clínico son vistas desde la mirada de un hombre que vive su fe cristiana y la pone al servicio de los recursos humanos, el nos dice que: “Mi foco siempre ha estado en que ellos descubran que les motivo y cuáles son los lugares desde donde habitan y expresan sus ideas ”Stamateas ha escrito varios libros aquí les dejo comentarios de «Soluciones Prácticas» y «Tu fuerza interior» hacer de ediciones Vergara, los que le permitan al lector tener una visión del autor.

Este es un libro que se centra en las bases del liderazgo y en él cómo se ejecuta él mismo además contiene una serie de preguntas y respuestas que son muy útiles, ya que se desprenden de situaciones cotidianas del mundo laboral. La última parte de este libro se centra en aquellos liderazgos llamados tóxicos donde el autor describe una serie de atributos dañinos en el liderazgo de estas personas, cerrando el libro con comentarios de cómo ser un líder agradable y formar gente agradable, al final del libro contiene un test que permite observar el estilo de personalidad de cada lector. Recomiendo este libro para aquellos que quieren ser mejores.

Nicolás Fontaine

Faro de La Nueva Extremadura 

30 de agosto 2021