El norte y el sur del temperamento humano es el centro de Quiet, que en este caso puede ser traducido como calmado, silencioso o tranquilo. Susan Cain es la autora de este libro con más de cuatro millones de copias vendidas y publicado por Urano. Su autora devela el poder de los introvertidos en un mundo incapaz de callarse.
En la psicología la extroversión e introversión constituyen dos de los elementos de investigación que más interés tienen entre los investigadores. Bajo esa premisa, la autora despliega un índice completísimo que va desde las personalidades más tímidas y sus perfiles de liderazgos hasta elementos biológicos de la personalidad, como también el ideal extrovertido de la cultura moderna.
Para realizar este estudio, Susan se sumerge en libros y casos ya existentes, además de recorrer y entrevistar a variados personajes, además de realizar observaciones en profundidad de distintas culturas y organizaciones. Entré caminando a la Universidad de Harvard, con el objetivo de sostener variadas entrevistas, nos dice la autora, al poco andar ya respiré la universidad de los extrovertidos, de los exitosos, caminaban seguros y dispuestos a la conquista del mundo.
Pero antes de contar esta y otras tantas experiencias, Cain se nutre de una bibliografía fantástica, actualizada y comparada. Desde Jung y sus tipos psicológicos, escrito en 1921 hasta los mayores exponentes de la psicología moderna. En las primeras páginas nos invita a realizar un pequeño test para sorprendernos, somos introvertidos, extrovertidos o ambivertido, (si, si: la palabra existe nos dice)
La invitación es a no renunciar a lo que somos, y descubrir que nuestro propio estado de personalidad puede haber cambiado o cambiar durante el tiempo.
La primera gran pregunta que la autora resuelve es ¿Cómo se convirtió la extroversión en el ideal cultural? Para esto viaja a principios del siglo XX y analiza al que tal vez sea el primer orador extrovertido, se apellida Carnegie, quien posteriormente fundo una escuela de oratoria dedicada a ayudar a los ejecutivos a acabar con las mismas inseguridades que lo habían retenido de joven.
La palabra personality (personalidad) no existía en el inglés hasta el siglo XVIII, la idea de tener una personalidad fue algo gestado en el siglo XX. Susan Cain escribe con ganas y pasión, desmenuza la forma del mercado, desde la revolución industrial en adelante, para demostrar como los extrovertidos se apoderaron del mundo. El éxito del culto a la personalidad nos dice, fue tal que los educadores en el congreso de educación de 1950 realizado en la Casa Blanca sobre la infancia y juventud se tituló “una personalidad sana para cada niño”. La fiebre de la extroversión incluso llego a que Paul Bruck rector de Harvard, declaro a finales de los años 40 que su institución tenía serias intenciones en rechazar al aspirante “sensible, neurótico” y “estimulado en exceso en lo intelectual” en favor de muchachos con “sanas tendencias extrovertidas”
La autora, después de desplegar la historia reciente del extrovertido y su ideario y desmenuzar a Harvard como la capital extrovertida, lentamente se traslada al despacho de ejecutivos exitosos que controlan grandes corporaciones, narrando como ellos toman decisiones desde lugares reducidos con baja exposición mediática. La soledad del poder, le llaman, ese sitio donde la reflexión es abundante en los introvertidos y desesperante en los extrovertidos.
El mundo comienza a avanzar, y con él, la teoría del hombre expuesto a toda personalidad va reduciendo su influencia. Personalidades introvertidas comienzan a ser más útiles en determinados liderazgos; decisiones en frío y meditadas pueden ser más oportunas para ellos. ¿Que hubiese pasado si la crisis del 2008 hubiera sido manejada por personalidades reflexivas y con gran capacidad de escucha?, o bien, si miramos nuestro entrono político; donde rasgan vestiduras y exponen opiniones apresuradas sobre decisiones de la autoridad de turno. Incluso, si observamos la evolución de como nos hemos acercado a nuestras creencias religiosas, veremos como oriente ha priorizado el silencio y la meditación en solitario y occidente ha sido extrovertido en su oración.
La creatividad tan apreciada en este tiempo ha sido muchas veces manipulada por esos hombres que no son capaz de callarse. Vamos con el equipo, con la actividad, con el taller, vamos que somos uno solo, todo lo podemos lograr. Estas frases generadas por ejecutivos extrovertidos que no entienden que en la soledad también existe un acto creativo; pregúntenle a Einstein o Da Vinci, por comentar algunos. Esto no quita que la innovación, el gran baluarte del S.XX y principios del S.XXI sea un acto mayoritariamente social y expansivo. Ninguno de nosotros es más que todos nosotros juntos.
La autora no busca crucificar al extrovertido, más bien se inclina por equilibrar los atributos de cada personalidad. Susan nos dice: “Los empleados de nuestro tiempo habitan oficinas diáfanas en las que nadie posee un rincón propio y los únicos muros son los que sostienen el edificio. Los ejecutivos de más categoría operan desde el centro de salas exentas de confines junto con todos los demás” Desde la década de los 70 el espacio de un empleado se ha reducido de 70 a 18 metros cuadrado. Incluso podemos ver como en algunas escuelas básicas la ayuda solicitada por el alumno solo es atendida si la sala o gran parte de ella tiene la misma duda. La individualidad es un elemento central para un equipo, crítica fundamentada por parte de la autora, quien se plantea la nulidad del talento por las masas de equipos sin individuos. No es de extrañar entonces que el individualismo tan marcado en las últimas décadas sea una reacción natural de la eliminación de la personalidad única e intransferible de cada uno de nosotros.
Por más que algunos gurúes del mercado insistan en atosigarnos de información, hoy sabemos, y aunque ellos no quieran asumirlo, que el cerebro es incapaz de prestar atención a dos cosas a la vez; y que en realidad lo que hacemos es ir y volver de una tare a otra, lo que reduce nuestra productividad y aumenta el número de errores has un 50 en 100.
Este libro es tremendo, seguro que estará en mis 12 mejores leídos de cada año. Es una ventana que se quiebra cuando lo lees, entra el aire, viento y lluvia de una sola vez, se caen los paradigmas de lo que debemos ser y no. Su autora es delicada, es Quiet, nos toma de la mano y se preocupa que nuestra atención no decaiga. Despliega la virtud de cada uno de los personajes y libros que cita. Su glosario es amplio y lo detalla al lector. Susan Cain es considerada una de las 10 personas más influyentes del mundo en LinkedIn, como no serlo si nos conoce, a los extrovertidos introvertidos y ambivertido.
¡Cállese y lea!
¡¡Gracias Susan!!
Nicolás Fontaine
12 de abril 2023
Faro de La Nueva Extremadura.