Los Jerarcas (2001) fue la primera obra que dirigí. Recuerdo que mi primera lectura fue mientras realizaba un viaje que atravesaba prácticamente todo mi país. Lo mismo hizo el texto conmigo.
Sin saber como partir, tomé una grabadora y registré mis primeras ideas. Esta experiencia fue determinante a la hora de enfrentarme a la puesta.
El elenco de esta obra apostó, al igual que yo, con las cartas abiertas sin saber que ocurriría. El resultado fue todo un éxito.
Los Jerarcas, escrita por mi amigo Pedro Vicuña, es sin duda una de las mejores experiencias artísticas que he tenido. Durante un período de seis meses dejé todo y solo viví para realizar mi primera dirección. Sin duda, lo volvería a hacer.