No es de extrañar que la creatividad esté entre las primeras competencias solicitadas entre los postulantes a distintos trabajos. Tampoco debe sorprender que lo creativo sea un componente tan necesario, como poco explorado. Si bien la creatividad nos acompaña desde siempre (creación) su “oficialización” como entrada de un Diccionario se sitúa en el año 1875 en el que creativity se incluye en el Oxford English Dictionary; el primer intento de estructurar el proceso creativo lo realiza Wallas (1926) en relación con la actividad comercial; su carta de naturaleza en la investigación se la otorga Guilford en 1950, quien, por primera vez, define el concepto en el seno de un Congreso de psicología. En español; de hecho, la primera inclusión del término en un repertorio lexicográfico data de 1983, cuando es introducido en el Diccionario Manual de la Real Academia Española.
La palabra creatividad está formada con raíces latinas y significa “cualidad relativa” a crear. Sus componentes léxicos son: creare (engendrar, producir), -tyvus (sufijo que indica relación activa o pasiva), más el sufijo -dad (cualidad).
En los últimos 100 años la creatividad se ha movilizado desde un concepto abstracto y poseedor de algo divino, y atribuido a personas especiales a un entorno más cotidiano y de progreso social, económico y político. No fue hasta el año 1939 cuando Alex F. Obson creo el brainstorming (lluvia de ideas) donde las organizaciones comenzaron a incorporar metodologías disruptivas de trabajo. Edward de Bono realizo un gran aporte con su libro el pensamiento lateral en 1967. De ahí en adelante tenemos miles por no decir millones de escritos, investigaciones y metodologías que han aportado lo suyo. El 2008, Tim Brown escribió en paper titulado “design thinking” término acuñado por el premio Noble Herbel Simon en su libro “la ciencia de lo artificial” 1969. Tim Brown y la gente de Ideo comenzó a estructurar una metodología basada en cinco pasos: empatizar, definir, idear, prototipar y evaluar.
Proceso Creativo, es una guía para tener tu próxima gran idea. Publicada por Grijalbo de Eduardo Salles. Director creativo, diseñador ilustrador y escritor. Su autor construye un manual altamente visual, donde visita la metodología “design thinking” reformulando sus pasos en siete: definir, conocer, explorar -intermedio-. Idear, formar y hacer. El manual está compuesto por alguien que tiene la experiencia empírica de los procesos creativos. Esto hace que el lector pueda seguir las instrucciones de manera clara y precisa. Salles, destapa el cerebro del lector ajeno a estos temas, acompañándolo en la búsqueda de una nueva idea, creyendo firmemente en el vertiginoso mundo del paso a paso, el cual es enredado, no lineal y de múltiples entradas y salidas no consecutivas. El lector conocedor de las metodologías ágiles y de creatividad, encuentra un aliado y un orden metodológico que incorpora la pausa, la distancia y el descanso al interior del proceso, como un elemento declarado. La guía es altamente útil para aquellos que quieren introducirse en el mundo de la creatividad y la innovación, como también, para todos que quieren o intentan crear, fabricar, diseñar un producto o servicio nuevo. Si no sabe por dónde empezar, el autor se encarga de guiarlo, sin límite de tiempo y ni restricciones temáticas. Los aportes visuales, como también los ejemplos de grandes casos de éxito en productos películas y otros, se utilizan como experiencia de aprendizaje valioso para el lector.
Este es un libro para consultar y revisar cada vez que queramos generar y entregar valor. Gracias Eduardo
Nicolás Fontaine
Faro de La Nueva Extremadura
23 de mayo 2024